El investigador que desarrolló la vacuna oral contra la Poliomielitis.
Abram Saperstejn (Albert B. Sabin) nació el 26 de agosto de 1906 en Białystok, Imperio Ruso y posteriormente a partir de 1918, Polonia. En 1921, emigró con su familia a Nueva York. Allí se graduó de la Universidad de Nueva York en 1928 y, posteriormente, obtuvo su título de médico un año después en la misma universidad. En 1930 se convirtió en ciudadano de los EEUU y cambio su nombre a Albert Bruce Sabin.

Tras completar su formación, Sabin se unió a la investigación en el campo de la virología. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue teniente coronel en el Cuerpo Médico del Ejercito de los Estados unidos y trabajó en el desarrollo de vacunas y tratamientos para enfermedades infecciosas. Ayudó a desarrollar una vacuna contra la encefalitis japonesa y sentó las bases para su futura investigación sobre la poliomielitis.
Con la creciente amenaza de la poliomielitis, Sabin y otros investigadores, especialmente Jonas Salk en Pittsburgh, Hilary Koprowski y H. R. Cox en Nueva York, buscaron una vacuna para la enfermedad. Salk desarrolló una vacuna antipolio inactivada administrada por inyección, lanzada en 1955. Eficaz en las complicaciones de la poliomielitis, pero no prevenía la infección intestinal inicial.
Sabin investigando demostró que el virus se multiplicaba en el sistema digestivo antes de pasar a la sangre y atacar el sistema nervioso. Esto sugirió que el virus podría cultivarse en otros tejidos además del tejido cerebral. Sabin desarrolló una vacuna oral que estimulaba la producción de anticuerpos en el sistema digestivo. En colaboración con compañeros rusos, trabajó en perfeccionar la vacuna oral y demostrar su eficacia y seguridad. La vacuna Sabin funcionó en el sistema digestivo evitando que el virus pasara a la sangre. Su enfoque era innovador, ya que permitiría la administración de la vacuna a través de gotas, facilitando su distribución y aceptación, especialmente en comunidades con menos acceso a servicios de salud.

A lo largo de las siguientes décadas, la incidencia de polio disminuyó drásticamente en muchas partes del mundo, convirtiendo a la vacuna de Sabin en un elemento crucial de los programas de salud pública. Sabin continuó su labor en la investigación y la promoción de la salud global hasta su muerte el 3 de marzo de 1993. Su legado perdura no solo en la erradicación de la poliomielitis en muchas regiones, sino también en la forma en que las vacunas han transformado la medicina moderna.
Bibliografía.
DEREK R. SMITH, PETER A. LEGGAT. «Pioneering Figures in Medicine: Albert Bruce Sabin- Inventor of the Oral Polio Vaccine». The Kurume medical journal. https://www.jstage.jst.go.jp/article/kurumemedj/52/3/52_3_111/_article
Gabriel Cebrián López.
gabrielcebrian@usal.es



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