
Frederick F. Robbins nació en Auburn (Alabama, EE.UU), el 25 de agosto de 1916.

Estudió en la Universidad de Missouri, y posteriormente se graduó en 1940 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, pasando a ser nombrado médico residente de bacteriología en el Centro Médico del Hospital Infantil de Boston (Massachusetts). Hasta que en 1942 se marchó a servir en el ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, como jefe de la Sección de Enfermeddes Virales y Rickettsiales del Decimoquinto Laboratorio General Médico del Ejército de los EE. UU.
Después de completar el servicio militar, Robbins regresó a Boston para finalizar su formación médica en el Centro Médico del Hospital Infantil. También se integró al cuerpo docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y desempeñó funciones en el Boston Lying-In Hospital y en el Massachusetts General Hospital.
Durante este periodo, colaboró estrechamente con John Franklin Enders y Thomas Huckle Weller en la investigación de enfermedades infecciosas, particularmente del virus de la poliomielitis, ampliamente reconocido como la causa de la polio.
La polio es una enfermedad causada por un virus que afecta especialmente a la médula espinal o el tronco cerebral.
En aquel entonces, la polio, era considerada una enfermedad altamente contagiosa.
Anteriormente, los científicos creían que el virus de la polio solo podía desarrollarse en células nerviosas. Sin embargo, Robbins y sus colegas lograron crear cultivos celulares utilizando tejidos de ratones y seres humanos, lo que permitió mejorar significativamente los experimentos realizados por investigadores previos.
En 1948, el equipo consiguió cultivar este virus en células humanas que no provenían del sistema nervioso, de este modo recibirían el Premio Nobel «por su descubrimiento de la capacidad de los virus de la poliomielitis para crecer en cultivos de varios tipos de tejido«.
Sus estudios sirvieron para allanar el camino hacia el desarrollo de las vacunas antipoliomielíticas de virus muerto por Jonas Salk y de virus vivo por Albert Sabin contra la polio en la década de 1950.
Por su contribución a los avances médicos en la lucha contra la polio, Robbins fue galardonado con el Premio E. Mead Johnson de la Sociedad de Investigación Pediátrica en 1953 y con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1954 junto con John Franklin Enders y Thomas Huckle Weller.

En 1952, Robbins se dedicó a la enseñanza, donde acabaría siendo director del Departamento de Pediatría y Enfermedades Contagiosas del Hospital General Metropolitano de Cleveland, en Ohio. Y posteriormente, presidente del Comité de Educación Médica y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve.
Además de haber sido galardonado con el Premio Nobel en 1954, Robbins recibió numerosos reconocimientos y distinciones honoríficas a lo largo de su carrera. Entre ellos destacan el Premio Especial de la Junta Directiva de la Asociación de Antiguos Alumnos de Medicina de la CWRU en 1993, el Premio Frank y Dorothy Humel Hovorka por sus logros excepcionales en enseñanza, investigación y servicio en 1994, y la Medalla Benjamin Franklin otorgada por la Sociedad Filosófica Estadounidense en 1999.
Sus estudiantes y colegas lo recuerdan más por sus habilidades de liderazgo y mentoría que por su labor en el laboratorio.



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